¿EL MONO SE VA AL CIELO?

Era una noche de insomnio, como siempre me ponía algo de música para tranquilizarme, esta vez fue la radio. Pasando emisoras, di con Radio 3. Estaba sonando algo, que me influiría en un futuro. Dios, era como mis sentimientos se plasmaran en una canción. Lo que estaba sonando era 'Monkey gone to heaven' de los Pixies. Estaba buscando algo, aunque yo lo ignoraba, y se presentó ante mis oídos.
Me quedé escuchando toda la noche el monográfico que le estaban dedicando a uno de sus discos. Y desde entonces no he dejado de escuchar los Pixies.

Dejando de un lado la introducción, hoy os traigo el disco de aquella noche, culpable de la obsesión que tengo ahora hacía Pixies y que considero imprescindible para cualquier melómano como yo: Doolittle.


Doolittle es el segundo disco de la banda estadounidense Pixies y supuso una nueva visión del rock alternativo (al igual que su anterior disco) que posteriormente serviría de influencia para grupos tan emblemáticos como Nirvana.

De izquierda a derecha, Black Francis, Kim Deal, Dave Lovering y Joey Santiago


El disco compuesto por 15 temas, donde predomina su particular estilo de melodías suaves durante las estrofas y explosiones, gritos y guitarras distorsionadas en los estribillos, trata temas influenciados por el surrealismo, la violencia bíblica, las catastrofes o la tortura y la muerte.

El disco en sí es un conglomerado de los atributos de los miembros, donde la voz de Black Francis pasa de melódica a caústica en algunos momentos, la pureza del bajo de Kim Deal lejos de los estereotipos, la batería de Dave comprometida con la causa y los retorcidos solos de Joey conforman un elemento único en cada canción.

Un disco muy recomendable, que deberíais escuchar una vez en la vida. Os dejo un tema para que lo disfrutéis.

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